Podemos hablar de migraciones en el mundo, sirios viajando hacia países de occidente. Latinoamericanos hacia Estados Unidos o Canadá. Africanos hacia Europa. Todos con el mismo objetivo: seguridad, y estabilidad económica.
Podemos hablar de corrupción mundial, no es un misterio que los grandes entes de las mafias; porque existe de todo tipo, (ejemplo. Mafias de drogas, mafias de trata de blancas, de ventas de armas etc.) tengan dominadas todas las cúpulas de poder en países grandes y pequeños donde los gobiernos solo son títeres de estas hampas de maldad interminables.
Podemos además hablar de epidemias, pandemias y todo tipo de enfermedades, ejemplo: SIDA, ZIKA, AH1N1, Ebola, Influenza, Dengue, Hepatitis, Cólera etc.
Podemos entonces también hablar de terremotos: Chile, Haití, Japón, o todos los países por donde pasan las fallas volcánicas ejemplo, el big one que se espera en California. La cantidad de volcanes en erupción que se desata día a día. Y eso sin mencionar problemas de medio ambiente y contaminación.
Podemos hablar de guerras, solo que estas ya no existen de país contra país, ahora son los intereses de naciones ponderosas que entran en países divididos, los cuales son víctimas de ventas de armas, convirtiéndose así en guerras civiles a las de nunca acabar.
Podemos hablar además de religiones, por cierto: religión es un estilo de vida que el ser humano decide adoptar y seguir sus normas y tradiciones por medio de la fe en un dios.
Podemos Mencionar también: ateos, evolucionistas, hasta llegar a seguidores de fenómenos extraterrestres.
Podemos porque no agregar problemas sociales: divorcios, abortos, tazas altas de orfandad, suicidios, depresiones etc.
En resumen: vivimos en un mundo de terror, dolor, sufrimiento, confusión, y muerte.
Entonces querido amigo quizá sea normal que te preguntes.: “donde esta Dios en todo esto”, sabia Ud. que al Señor Jesús le hicieron esa misma pregunta en la cruz de el calvario. En Lucas 23: 39-41 Encontramos que estando El Señor crucificado junto a dos ladrones, uno de ellos le injuriaba diciéndole: No eres tu el Cristo. ¡Sálvate a ti mismo y a nosotros! Mas el otro reprendiéndole le dijo: Nosotros a la verdad, padecemos con razón, porque estamos recibiendo lo que merecieron nuestros hechos; ¡pero este no hizo ningún mal!
Además, querido lector quiero que sepas que Dios no se encuentra en ninguna religión de hombre. Él siempre ha estado ahí esperando que tu creas en él, por medio del sacrificio de su único hijo Jesucristo. Te invito que desde el interior de tu corazón le aceptes como Señor de tu vida, y te reconcilies como un padre amoroso a un hijo.
Déjame agregar que: Él Señor no tarda sus promesas, como algunos la tienen por tardanza; más bien, es paciente para con vosotros, porque no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento. (2Pedro 3:9)
Que Dios te bendiga.
Nelson Carrillo.